Luciano Sánchez Túal (Estudio La Puertita)
Instalación fotográfica.
Hace unos años, en el bajío guanajuatense, conocí a las siguientes personas (añado su lugar de residencia) durante un curso que relacionaba escritura y fotografía, además de un taller de dibujo previo. Lo acontecido ahí, algunas pláticas, paseos breves y largos, discretos llantos, incrustaron en mi memoria un deseo: saber de esas personas lo más posible, siempre en conjunto. Es decir, prefiero poder saber de ellas/ellos simultáneamente. Deseo que algún día me explicaré.
Rosa Delia-Irapuato,Gabriela-Salamanca,Ivonne-Celaya y otros. Enrique Vega-San José Iturbide, Belem-Salamanca,Sandra-Celaya,Ursula-Guanajuato?,Carlos-León y otros corresponsales cuya ubicación estoy reencontrando.
¿Qué es “saber de ti”? Es tener, aquí, en el escritorio o la pantalla, un relato de lo que pasa allá, donde estás. Quisiera estar ahí, y a la vez no, para poder estar aquí. Saber de ti es gozar estar en otro sitio, ahí donde estás tú. O mejor dicho, ustedes, porque somos varios, varios aquí-estoy-y-tú-no. Cada corresponsal me hace disfrutar con su relato su allá, al mismo tiempo que multiplica los puntos donde no soy. No es lo mismo no estar en un solo otro lugar, que no estar en varios otros lugares. Un vistazo a las redes sociales electrónicas y me entenderás un poco mejor. Pero, ¿cómo superar la esquizia de nuestras acostumbradas redes, donde jugamos a rellenar nuestro perfil electrónico con miles de fotos para simular la sensación de poseerlas, de poseer la vida? ¿cómo conservar la analogía de tu ahí con mi aquí, sin deshacerme en un control maníaco? No hay respuesta única y simple, intentaremos una.
Con motivo del festival TRANSLOCACIONES en la ciudad de Mérida, donde actualmente resido, estoy invitando a los corresponsales (a ti) a enviarme, mediante correo electrónico, cualquier número de fotografías de nubes del cielo que miran en su localidad, en su andar, en sus trayectos cotidianos. Cualquier cámara nos sirve: celular, compacta, profesional. Cualquier decisión visual para capturar la nube. Nube a kilómetros, o nubes más cercanas, nubes “falsas”, nubes de aves, quizá el único requisito mirar hacia arriba, la bóveda.
Las nubes recibidas se imprimirán en un formato 4×6 y se montarán en conjunto en un solo muro o mampara, para formar un cielo de nubes fabricado del allá de cada corresponsal, en principio desde algún punto de Guanajuato, pero ya veremos si las nubes toman más lugar.